Hoy me he permitido a plasmar mis pocos deseos en un trozo de papel

y escribiendo me he dado cuenta que lo único que pido es que un día de estos cuando menos me lo espere me tropiece contigo en medio de la gente y que reconozca tu rostro entre la multitud y que tus ojos busquen los míos y cuando estos se encuentren se aceleren mis latidos, que no pueda evitar que se ruborice mi rostro al ver que te acercas a mi.
Y caminando hacia a ti pierda yo el miedo y se me escape un abrazo

Que nos miremos a los ojos y no sepamos que decir, que ya las palabras no sean necesarias y que hablen nuestras miradas.
En medio de nuestro silencio y entre el murmullo de la gente
Que el tiempo del reloj se detenga